La Voz de Ituzaingó aportó el tipiado y digitalización del libro, autoría de Rolando Goyaud con colaboración del profesor Ricardo Castillo.

PREHISTORIA - FLORA

FLORA
La llanura pampeana estaba poblada por hierbas de poca altura y se caracterizaba por la falta de árboles. Los españoles testimoniaron la inexistencia de árboles y la presencia de grandes pastizales y juncos en las zonas ribereñas.
El cuadro fitogeográfico correspondía a una inmensa pradera con pastos gramíneos, parajes bajos y húmedos con juncos, cañadas y cortaderas. Parte de ella era una estepa arustiva con jarilla y vegetación xerófila.
En la zona boreo occidental, con temperatura suave y agua abundante las floraciones eran hidrófilas y de ellas las más comunes las herbáceas. De las muy escasas leñosas predominan macachín amarillo, vinagrillo, pasto dulce, etc.
En las inmediaciones de la ribera del Río de la Plata de norte a sur, con suelos arenosos y con bancos de conchillas subfósiles, existieron algunos talas, espinillos, coronillos colorados, a veces el ombú, etc.
En los sitios bajos, cañadas, bañados y los habitualmente anegados por las aguas, las especies más comunes eran: totoras, espadañas, juncos, duraznillos, paja gallo, trébol criollo, aspiltillo, etc.
La flora tipo paranaense se encuentra en los islotes del delta del Paraná y a lo largo del estuario del Plata hasta el cabo San Antonio. Las especies autóctonas eran los cardos y chamicos. Pero las que en su mayoría fueron arrastradas por las aguas desde el Paraguay  y Uruguay eran ceibo, sauce criollo, laurel, palo amarillo, espinillos, cortaderas, etc.